sábado, 13 de abril de 2013

EPÍLOGO

Diez años después, Alexander se encontraba en su casa. Estaba rememorando los buenos momentos que había pasado en el Amazonas con Nadia. La verdad es que desde que cumplió la mayoría de edad, no paraba de pensar en irse a vivir en el Amazonas o por lo menos irse una temporada para ver si habían cambiado las cosas. También pensaba mucho en su abuela Kate Cold y en las ganas que tenía de irse de viaje con ella en algún lugar remoto de la Tierra para vivir aventuras. Era en lo único que pensaba desde entonces.

Un día estaba discutiendo con sus padres la idea de independizarse. Su respuesta fue que para ellos lo podía hacer, siempre y cuando les viniera a visitar usualmente. Así que Alex buscó pisos para alquilar a buen precio. Cuando encontró un piso confortable para vivir y  barato, llamó a su propietario. Al día siguiente se encontraba visitando aquel piso. Cuando lo estaba visitando, de repente, le vinieron los recuerdos de todo lo que había pasado con Nadia Santos. Por eso creyó que lo mejor sería irse unos meses al Amazonas. Cuando comentó la decisión que había tomado a sus padres, ellos se negaron porque tenían miedo de que se quedara a vivir allí. Pero cuando Alex les hubo explicado mejor que solo era por unos meses, estos cedierony cambiaron de opinión.

Alexander se encontraba en el avión rumbo a Nueva York ya que había decidido hacerle una visita a su abuela. Esta vez, ella lo pasó a recoger y no le dejó tirado en el aeropuerto. Alex pasó dos días en casa de Kate Cold. Cuando cogió el avión rumbo al Amazonas,  tuvieron algunos problemas y turbulencias en el avión ya que estaba diluviando. Al llegar a Santa María de la Lluvia, lo primero que hizo fue ir a ver a Nadia. Esta estaba muy cambiada desde la última vez que se vieron. Cuando ella lo vio, le dio un fuerte abrazo y ellos empezaron a hablar.
  ¡Cuánto tiempo! —exclamó Nadia.
  Sí, hace unos diez o más años que no nos vemos. —dijo Alex.
  Y para qué has venido —preguntó Nadia intrigada.
   Para ver como está todo por aquí —le informó el niño
   A pues si quieres que te ponga al día... —dijo Nadia
   Sí por favor.
      —  Lo único que ha sucedido desde que te marchaste es que Walimai encontró un sucesor para que este pudiera ir al ojo del mundo y unos días después murió. —dijo la niña casi llorando de la tristeza que sentía al recordar aquello.
  Lo siento mucho Nadia. —dijo Alex.

Durante los meses siguientes, Alex se alojó en la casa de Nadia. En esos meses se lo pasó muy bien. Por esa razón, Alexander decidió que se quedaría a vivir allí, pero que como mínimo haría una visita al año a sus padres.

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